miércoles, 15 de mayo de 2013

Cruces de Mayo en Torreciega

La Asociación de Vecinos de Torreciega junto con la Asociación de Mujeres disfrutaron de un animado domingo en torno a la Cruz de Mayo del barrio, que contó con la presencia del grupo folclórico de La Palma, así como diversas actividades infantiles y precios módicos para compartir un gran arroz y bebidas.

En el acto participó el párroco de San Ginés y pregonero de la Semana Santa de Cartagena, José Manuel Martínez Rosique, encargado de bendecir la Cruz, y el pregón llegó a cargo de Andrés García, de la hermandad de Romeros de San Ginés de la Jara.

Más información en: Noticia en Cartagena de Hoy

lunes, 13 de mayo de 2013

Artículo dedicado a las Cruces de Mayo

Aquí os dejamos un artículo del periódico La Opinión de Cartagena firmado por Antonio Casado y dedicado a las Cruces de Mayo y al impresionante éxito de participación que han tenido las fiestas este último año y que viene a demostrar que las cosas se están haciendo bien.

Aquí tenéis el texto íntegro del artículo.

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de que mi querido padre me echara la mano por encima del hombro para cantarme una sevillana al oído; de tomarme una copa de manzanilla bien fresquita a su lado y al rato replicarle con otra de 'Los Marismeños' que él mismo me enseñó; de que la cantaora cartagenera Ana Esparza (líder indiscutible del grupo 'Madrugá Flamenca') me deleitara cantándome por Niña Pastori con mucho sentimiento; de que Juanjo Martínez, alias el moreno, guitarrista del mismo grupo, tocara la canción Entre dos aguas con gran arte y esmero; de ver abarrotadas las calles de la marítima; de contemplar a mis paisanos bailar sevillanas en masa, como antaño se hacía en 'La Olimpia' de Alfonso Martínez, cuando mi hermana y yo éramos unos críos y aún no nos dejaban ir; de observar a los alumnos de la academia de baile de Mari Carmen Baños pegarse unos taconeos de infarto; de divisar a diferentes jinetes vestidos de corto, con sus sombreros de ala ancha, entre los crujíos de sus monturas y sus herraduras plateadas; de contemplar cómo paseaban los coches de caballos con su elegancia y sonar característico; de ver cómo en los escenarios se bajaba un grupo y subía otro para seguir animando a los allí presentes; de vislumbrar hermosas cruces florarles, farolillos con luz interna como los de la Feria de Sevilla, barras, colorido, y demás anécdotas y detalles que me dejo en el tintero por falta de espacio, pero custodiados en mi memoria con mucho cariño.

Las Cruces de Mayo se han convertido, inesperadamente, en una de las principales fiestas de Cartagena, y todo ello sin hacer ruido alguno y pese, a percibir apenas subvención. Se ha demostrado nuevamente que la ciudadanía cartagenera quiere ser ella misma y así se ha podido comprobar con Marchapanda, el Mercado Medieval, la Ruta de las Fortalezas y, en breve, con la Noche de los Museos y demás iniciativas que el pueblo aprueba con su presencia y entrega personal.

Destacar la apuesta empresarial y benéfica de 'El Corte Inglés' en la plaza del Palacio Consistorial. Y sobre todo, subrayar con mayúsculas la inversión en tiempo y dinero de 'Salva Talasur' por la Cruz de la sala rociera 'Tomillo Quince', por donde desfilaron numerosos grupos flamencos y en donde, en la tarde del sábado, no cabía un alfiler.

Por esto y mucho más, es mi intención aprovechar estas líneas para pedir a nuestro Ayuntamiento que dé facilidades a los hosteleros y demás interesados para que el próximo año no pase como éste, y todos los que así lo deseen puedan montar sus cruces sin problemas, y sin que tenga que limitarse el horario de los espectáculos al aire libre hasta las doce de la noche. Espero y deseo que sepan hacer unas fiestas de bandera como se merece Cartagena; incluida, por cierto, entre las once ciudades turísticas de mayor afluencia de España.

No quiero cerrar este artículo sin destacar la gran labor que han desempeñado las cuatro Cofradías (Marrajos, Californios, Socorro y Resucitado) para que esta festividad, que simboliza el hallazgo de Santa Elena, quien encontró la cruz donde murió Cristo, sea lo que hoy es. También recordar que, el ya mítico Aníbal y propulsor de los Cartagineses y Romanos, Tomás Martínez Pagan, apostó desde el principio, incluso con su patrimonio personal, por la cruz de la calle Palas, cuando en Cartagena muchos no sabíamos ni lo que era una cruz de mayo. Por todos ellos y por ustedes, gracias.

Más información en: Artículo en el periódico La Opinión de Cartagena

jueves, 9 de mayo de 2013

Cruces de Mayo en Torreciega

Como ya sabéis, en San Antón montamos nuestra Cruz de Mayo el fin de semana próximo, del 10 al 12 de mayo. Y lo mismo ocurre con las Cruces de Mayo de Torreciega y Santa Lucía. Aprovechad y pasaos un ratito por todas para disfrutar al máximo de la fiesta.

El próximo domingo, a partir de las 12:30 horas, la Asociación de Vecinos de Torreciega junto con la Asociación de Mujeres, celebrarán la festividad de las Cruces de Mayo.

Para los más pequeños se realizarán actividades infantiles a lo largo de toda la jornada. Y para los mayores se contará con la actuación de un grupo rociero para amenizar el evento y, sobre todo, precios muy populares en la cantina de la asociación vecinal de Torreciega, por ejemplo, un plato de paella y bebida por sólo 2 euros.

El acto contará con la presencia del pregonero de Semana Santa y párroco de San Ginés, José Manuel Martínez Rosique, para su bendición y el pregón venrá a cargo del Alcaide de Carretas de la Hermandad de Romeros de San Ginés de la Jara.

Más información en: Artículo en Cartagena de hoy

Cruces de Mayo en Los Dolores

Los Asociación de Vecinos de Los Dolores participó, por segundo año consecutivo, en la festividad de las Cruces de Mayo con el montaje el fin de semana pasado de una cruz floreada que fue foco de atención de numerosos viandantes.

El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores, José Antonio Granados, fue el encargado de bendecir la Cruz en un acto que se aderezó con una convivencia, con refrigerio incluido, entre los presentes.

Más información en: Artículo en Cartagena de hoy

Un poco de historia de las Cruces de Mayo

Por toda España se elegía una maya, la niña o jovencita más guapa del barrio o del pueblo, que presidía el baile desde un trono. Algo así como el antecedente de la maja o reina de las fiestas.

La maya contaba con una especie de corte de honor, otras compañeras que pedían a los viandantes para el sostenimiento del evento: «Un cuartito para la maya, que no tiene manta ni saya».

Esto mismo pasaba en el casco antiguo de Cartagena. El cronista Federico Casal escribe que ya en el siglo XVI se engalanaba una habitación con un altar sobre el que se disponía una cruz floral con sortijas, pañuelos bordados, rosarios.

La estancia, en la que se bailaba y cantaba, estaba presidida por la maya, sentada en su sillón. Casal nos indicaba que en el momento de escribir su obra, andaba el año 1947, aún se celebrada en el rincón de la Soledad durante siete días sin mayas, pero con verbenas, aunque se seguía solicitando una dádiva a quienes pasaban por allí.

Aún hoy día encontramos un altar dedicado, desde 1793, a esta advocación de María por iniciativa de un vecino. El epicentro de aquella festividad se situaba en el antiguo barrio de pescadores, cerca de la catedral y del teatro romano.

Por ello nuestras cruces de mayo que tanta expectación causaron durante el último fin de semana no son una copia de las andaluzas, es una fiesta muy extendida por toda España, con diversas variantes, y que gozaron de gran esplendor en los siglos XVIII y XIX.

Eso lo han entendido muy bien los integrantes del Grupo Folclórico Ciudad de Cartagena de La Palma, en cuya cruz erigida en la Cuesta de la Baronesa el pasado sábado no existía referencia alguna a trajes de faralaes.

Más información en: Artículo en el diario La Verdad de Cartagena

lunes, 6 de mayo de 2013

El ambiente de las Cruces de Mayo

Miles de personas participaron durante este fin de semana en la festividad de las Cruces de Mayo y llenaron de ambiente las calles del Casco Histórico de la Ciudad.

La celebración, auspiciada por la concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Cartagena, junto a entidades, asociaciones y establecimientos hosteleros, va ganando cada año más popularidad.

El público acudió durante los tres días, tanto por la mañana como por la tarde y la noche. Hubo flores, guirnaldas, comida, bebida y baile. Muchos cartageneros fueron ataviados de flamenco y algunos montados a caballo, como si de una mini feria de abril se tratara.

Más información en: Noticia en Web del Ayuntamiento

Origen de las Cruces de Mayo en la ciudad

A continuacón os dejamos un artículo muy interesante de José Monerri publicado en el diario "La verdad" y en el que se explica a grandes rasgos la historia de la festividad de Las Cruces de Mayo que cada año coje más fuerza en nuestra ciudad.

Aprovechamos para recordaros que, aunque la mayoría de los colectivos de la ciudad han celebrado estas fiestas este fin de semana pasado, en el barrio de San Antón este año las celebraremos el fin de semana próximo, del 10 al 12 de mayo en la Plaza La Purísima.

Texto íntegro del artículo:

Mantenemos la tradición de las Cruces de Mayo. Aunque una Real Orden de 21 de abril de 1769 las prohibía basándose en el abuso y excentricidad de las Mayas, resurgió gracias a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, los marrajos.

La verdad es que son fiestas de origen pagano que llegaron a España heredadas de griegos, romanos y árabes. La Cristiandad las transformó. El propio mes debe su nombre a Rómulo, quien según Flavio repartió el pueblo romano en dos partes: la primera, de varones ancianos para que gobernasen la república con madurez y acierto; y la segunda, de mancebos jóvenes, para que la defendiesen y amparasen con sus armas. A la primera parte llamó Mayo por ser de los mayores; y a la segunda, Junio, por ser de los jóvenes. De esta división tomaron los nombres este mes y el siguiente. Otros afirman que Mayo deriva del dios Júpiter, a quien los pueblos tusculanos, en Italia, para explicar su grandeza y majestad llamaron así. Cingio opina que este nombre se tomó de la fingida diosa Maya, esposa de Vulcano, a quien en las calendas de este hacían fiestas y se tributaban sacrificios.

La Iglesia, desde el año 630, conmemora el culto a la Santa Cruz el 14 de septiembre, cuando tuvo lugar su rescate por obra del emperador Heraclio en su victoria sobre los persas. En el misal gótico se hacía el 3 de mayo fiesta a la Santa Cruz, sin aludir a su Invención. Roma aceptó esta fiesta dedicándola a la Invención por santa Elena, la madre de Constantino. Ésta hizo excavaciones en el Calvario y halló las tres cruces: reconoció, según la tradición, la de Cristo porque, aplicada a una difunta, le devolvió la vida. Ocurrió en el siglo IV.

El origen popular de la fiesta en Cartagena y su comarca hay que buscarlo en Andalucía, donde ha gozado de raigambre. Como tradición popular y festiva rebasa lo religioso. Y se puede datar en la primera mitad del siglo XIV. Se celebraba con especial relieve en el barrio de Pescadores y, más tarde, en el Rincón de la Soledad. También se celebró en el interior del templo de la Caridad y en algunos colegios. Federico Casal recordaba que era el 3 de mayo en el Barrio de Pescadores. Asistían las Mayas ataviadas de lujosos corpiños y sayas. La moza más rica o guapa del barrio era elegida presidenta y ocupaba el trono. En la habitación donde se ponía la Cruz se cantaba, se bailaba y se bebía. La fiesta degeneró por las interferencias de Baco y el exceso de las Mayas. Y fueron prohibidas en 1769. Nueve años después, Carlos III advirtió de severas penas.

Desparecidas las Mayas, decayó la fiesta y quedó reducida a una simple Cruz, aunque en domicilios particulares se celebraba con bailes y bebidas. Ya en 1795 Juan Llavador, que vivía en la calle de Nuestro Padre Jesús Nazareno, hizo en la rinconada un altar con la imagen de la Soledad y los atributos de la Pasión. Dijo misa todos los domingos hasta que en 1820 la suprimieron los revolucionarios de Riego. Eso sí, respetaron el altar.

La calle tomó el nombre de la Soledad. Después, se recuperó la fiesta, y aunque el altar y la imagen de la Virgen fueron destruidos en 1936, volvió con un cuadro de la Virgen pintado por Portela. Y ya en los años de 1950, algunas agrupaciones de las cofradías comenzaron a montar cruces en plan de verbena. En 1975, los marrajos formalizaron el festejo en el callejón de Bretau. Le siguieron los californios, a impulsos de Balbino de la Cerra. La montaron en el túnel de la calle del Caballero. Desde entonces, se han consolidado y han proporcionado un singular colorido a Cartagena.

Más información en: Artículo en La Verdad Cartagena